TERAPIA DE SONIDO

Terapia de sonido

   Para muchas personas la terapia vibracional por excelencia es la terapia de sonido. Incluso hay quienes identifican una con otra. Esto es porque la consciencia de que el sonido es vibración es mayoritaria en el mundo en que vivimos. Sin embargo, la terapia de sonido es una más entre las múltiples terapias vibracionales.


   Toda vibración emite un sonido, audible o no, igual que toda vibración posee un color, visible o no. Porque sonido y luz son en sí mismas vibraciones.

toda vibración emite un sonido, todo sonido comporta una vibración

   Igual que existe un espectro de colores, también tenemos una escala de sonidos. Los sonidos graves se corresponden con vibraciones bajas, densas o "tierra". Los sonidos agudos pertenecen a vibraciones altas, sutiles o "de cielo".


   Cada órgano del cuerpo humano, cada elemento natural, posee una vibración determinada y un sonido asociado. En la realización de una terapia podemos emitir sonidos -sea con la voz, sea con algún instrumento- para restablecer las funciones de órganos de la misma vibración; o bien, otros que permitan disolver densidades vibratorias estancadas o bloqueos energéticos (Ver Cirugía astral).

Terapia de sonido

   También los lugares pueden ser limpiados o armonizados con los sonidos. Una palmada con las manos, por ejemplo, provoca una onda vibratoria expansiva que remueve y libera dichas densidades o bloqueos.

 

   La terapia de sonidos no melódicos -sonidos sueltos, percusiones o sonidos armónicos- es energética o vibratoria y, por tanto, entra dentro de la definición de sonoterapia. Mientras que si usamos sonidos en forma de música, es decir, melódicos, entramos ya en el ámbito de la terapia emocional y la musicoterapia.


   En todas las culturas tradicionales se utiliza percusión o cantos para liberar bajas vibraciones, provocar catarsis, atraer espíritus o sanar el corazón. (Ver Música Medicina)